La crisis cafetalera aumentó la migración en la entidad
• Resultados de proyecto surgido del IIH-S de la UV demuestran que las remesas sirven para continuar con la cafeticultura
• Veracruz ocupa actualmente el quinto lugar nacional en migrantes
David Sandoval
Las crisis cafetaleras de 1990 y 2003, principalmente, han incrementado la cantidad de migrantes veracruzanos, desplazando a la entidad del sitio 24 al quinto en la actualidad, con un aproximado de 800 mil personas en tránsito, la mayoría hacia Estados Unidos (EU), expusieron las estudiantes de la Universidad Veracruzana (UV) Valeria Chávez Pérez y Alma Edith Álvarez Martínez.
Las universitarias presentaron los resultados de sus tesis: “Plantas comestibles, medicinales y mágico-religiosas presentes en los solares de tres comunidades cafetaleras del centro de Veracruz” y “Conocimiento y manejo de plantas comestibles en tres comunidades cafetaleras del centro de Veracruz”, respectivamente.
Con sus estudios demostraron que la cafeticultura en la región central de Veracruz de alguna forma se ha visto beneficiada por el envío de remesas provenientes de Estados Unidos, al permitir mantener este cultivo a pesar de las crisis locales.
Detallaron que 70.3 por ciento de los migrantes son hombres, de los cuales 80 por ciento tienen entre 20 y 39 años de edad; asimismo, 60 por ciento de ellos son casados o viudos y su parentesco se ajusta al modelo mesoamericano: una residencia patrilocal inicial y una herencia masculina, entre algunos de sus rasgos característicos.
Las universitarias analizaron los cambios de uso de suelo de 1995 a 2004 en tres comunidades rurales cercanas a la capital: San Isidro, Las Lomas y Texin, encontrando que se ha mantenido el cultivo de café y caña en todas ellas, además del maíz y otros productos en menor volumen.
Durante este periodo de tiempo, en San Isidro el índice de ambos cultivos suma un total de 93.3 por ciento, para Las Lomas es de 87.7 por ciento y en Texín es de 79 por ciento, lo que demuestra pocos cambios en las prácticas agrícolas.
No obstante, comentó Alma Álvarez, “en la actualidad los paisajes cafetaleros lucen descuidados: con propagación de plagas, monte y las fincas tienen un menor rendimiento”.
La hipótesis que corroboraron mediante entrevistas fue que algunos abandonan las tierras a causa de la migración y “las entregan a sus hijos, quienes a veces desatienden el cultivo”.
Sin embargo, Ana Fontecilla Carbonell, investigadora del IIH-S y coordinadora del área de recursos naturales dentro del proyecto “Migración internacional, alternativas de desarrollo y manejo de recursos naturales por género en comunidades cafetaleras del centro de Veracruz”, destacó la importancia de continuar la siembra del aromático.
“Pensamos en el café como un cultivo muy amigable con otros productos”, apuntó Fontecilla Carbonell, quien asesoró a las estudiantes en su investigación.
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